Una frase que suelo decir a menudo: Si estoy bueno para trabajar, estoy bueno para entrenar! Pues llevo dos días sin hacer caso de dicha frase. El martes por la tarde ya no me encontraba muy bien y el miércoles con el frio que pase encima de bici, fue la gota que colmo el vaso. Por la noche empezó la fiebre, temblores y la infinidad de mocos. El resfriado me ha dejado un poco KO! Mañana veré si puedo salir a correr un rato antes de ir a trabajar…
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